sábado, 28 de enero de 2017

Las 4 leyes del desapego

Es posible que la palabra “desapego” nos cause cierta sensación de frialdad e incluso de egoísmo emocional. Nada más lejos de la realidad. La palabra desapego, entendida dentro del contexto del crecimiento personal, supone un gran valor interior que todos deberíamos aprender a desarrollar.

Practicar el desapego no significa en absoluto desprendernos de todo aquello que nos es importante, rompiendo vínculos afectivos o relaciones personales con quienes forman parte de nuestro circulo personal.

La liberación emocional es darnos la opción de vivir con más honestidad de acuerdo a nuestras necesidades, ofreciéndonos a su vez la opción a crecer, de avanzar con conocimiento de causa. Sin dañar a nadie, sin que nadie nos ponga tampoco su cerco camuflado con las cadenas del amor pasional, filial o incluso materno.

Primera ley: eres responsable de ti mismo.

Nadie va a retirar cada piedra que te encuentres en tu camino, al igual que nadie va a respirar por ti ni se va a ofrecer como voluntario para cargar tus penas o sentir tus dolores.Tú mismo eres artífice de tu propia existencia y de cada paso que das.

Así pues, la primera ley que debes tener en cuenta para practicar el desapego, es tomar conciencia de que eres pleno responsable de ti mismo.

-No pongas en el bolsillo de los demás tu propia felicidad. No concibas la idea de que para ser feliz en esta vida, es esencial encontrar una pareja que te ame, o tener siempre el reconocimiento de tu familia.

Si el barómetro de tu satisfacción y felicidad está en lo que los demás te aportan, no conseguirás más que sufrimiento. ¿La razón? Pocas veces lograrán cubrir todas tus necesidades.

-Cultiva tu propia felicidad, siéntete responsable, maduro, toma conciencia de tus decisiones y de sus consecuencias, elige por ti mismo y no dejes nunca que tu bienestar, dependa siempre de corazones ajenos.

Segunda ley: vive el presente, acepta, asume la realidad

En esta vida, nada es eterno, nada permanece, todo fluye y retoma su camino tejiendo ese orden natural que tanto nos cuesta asumir a veces. Las personas estamos casi siempre centradas en todo aquello que ocurrió en el pasado y que, de algún modo, se convierte ahora en una dura carga que altera nuestro presente.

Esas desavenencias familiares, ese trauma, esa pérdida, ese fracaso sentimental o esa frustración no superada. Todo ello son anclas que nos aferran, que ponen cadenas en nuestros pies y anzuelos en nuestra alma.

Tercera ley: promueve tu libertad y permite ser libres también a los demás


No obstante, ello no impide que podamos establecer vínculos afectivos con otras personas, porque también ello forma parte de nuestro crecimiento personal. Saber amar y saber recibir amor.

No obstante, el desapego implica que nunca debes hacerte responsable de la vida de los otros, al igual que los demás, no deben tampoco imponerte sus principios, sus ataduras o cadenas personales para aferrarte a ellos. Es aquí donde empieza el auténtico problema y los sufrimientos.

Los apegos intensos nunca son saludables, pensemos por ejemplo en esos padres obsesivos que se exceden en la protección de sus hijos y que les impiden poder madurar, poder avanzar con seguridad para explorar el mundo.

La necesidad de “despegarse” es vital en estos casos, ahí donde cada uno debe salir de los límites de la certidumbre para aprender de lo imprevisto, de lo desconocido.

Cuarta ley: asume que las pérdidas van a sucederse tarde o temprano.


Volvemos de nuevo a la misma idea: aceptar que, en esta vida, nada puede contenerse eternamente. La vida, las relaciones, e incluso las cosas materiales, terminan desvaneciéndose como el humo que se escapa de una ventana abierta o el agua fresca que resbala por nuestros dedos.

Las personas se irán, los niños crecerán, algunos amigos dejarán de serlo y algunos amores se irán del calor de tu mano… Todo ello forma parte del desapego, y como tal, hemos de aprender a asumirlo para afrontarlo con mayor integridad. Con mayor fuerza. Pero lo que nunca va a cambiar, es tu capacidad de querer. Y debes empezar siempre por ti mismo.

domingo, 22 de enero de 2017

10 COSAS QUE PUEDEN DARLE MAS PROBABILIDADES DE EXITO A TU RELACION




1. Escógele porque quieres estar con él o ella 💓

En algunas ocasiones, la presión por parte de amigos y familiares, el hecho de sentimos "perdedores" por estar solteros o querer que alguien llene el vacío que deja la soledad, nos pueden llevar a empezar una relación.

Pero hacerlo por alguno de estos motivos es un gran error. Lo único que te tiene que animar a ello es simple: porque te gusta estar con él o ella.

2. Tener expectativas realistas 👀

Otra equivocación es pensar que todo siempre irá bien. Que cada día sentiremos lo mismo por nuestra pareja.

Es importante aceptar que una relación sufre altibajos. Habrá días en los que le querrás matar y otros en los que no le verás ningún defecto.

Porque la persona que nos enamora es la misma que nos induce a sentir los estados más extremos de la rabia, el odio o la pereza. Le queremos y eso nos hace sacar lo mejor de nosotros, pero, en algunas ocasiones, también lo peor.

3. Cuando se pierde el respeto no queda nada 👎

Hay decenas de cosas que se tienen que mantener para que una relación funcione, pero la más importante es, sin duda, el respeto. Si llegas a faltarle al respeto, será imposible de recuperarlo. Y, a partir de entonces, nada volverá a ser del mismo modo.

4. Se tiene que hablar de todo, sobre todo de lo malo 😌

Si hay algo que no te gusta del carácter de tu pareja o si ha hecho algo que te ha molestado, díselo. Para seguir siendo tu mismo, para darle lo mejor de ti, debe saberlo casi todo. Lo que te gusta, pero, sobre todo, lo que no.

Si te guardas cosas como éstas, tu comportamiento estará condicionado por ello y, en algunas circunstancias, ella ni siquiera sabrá a que se debe.


5. Mantén tu propio espacio 💢

Tener pareja no significa que tus únicos intereses o momentos de ocio los compartas con ella.

Pase lo que pase, por mucho que creas que estás junto a la persona de tu vida, debes conservar tu propio espacio. No abandones tus inquietudes, a tus amigos, a tu red de apoyo, ni a tus aficiones. Solo siendo tu mismo te valorará de la misma forma que hizo el primer día.

6. Apóyale ante los cambios 💫

Con los años, cambiamos de 1.000 maneras distintas. Podemos transformar nuestras motivaciones, adquirir otras tendencias políticas, un estilo de vestir distinto o cambiar nuestros gustos musicales.

Nos ocurre a todos, así que cuando le suceda a él o a ella no pienses que ya no es la persona de la que te enamoraste. Debes apoyarle, ya que simplemente es una versión más madura de ella.

7. Que tu nobleza no se pierda en las peleas 👏

Hay muchas cosas malas de discutir. Pero la peor es tratarle con desprecio o insultarle. Otro es aprovechar la ocasión para sacar peleas anteriores que, desde tu punto de vista, no se habían arreglado.

Las discusiones no son algo positivo. Así que al menos haz que tu actitud haga de ella algo menos malo.

8. Tener buen sexo 😉

No hay nada en el mundo que conecte tanto a las persona como el sexo. Cuando hacemos el amor mostramos nuestra parte más íntima, más sensual y, seguramente, una de las más verdaderas. Con ello creamos una conexión única que es imprescindible fuera y dentro de la cama. Porque si una falla, a la otra le resultará imposible existir.

9. El arte de saber perdonar 😘

Habéis discutido y, finalmente, tu has tenido la razón. Ahora, lo último que tienes que hacer es repetirle lo equivocada que estaba o repetir los argumentos por los cuales estabas en lo cierto.

Ya ha pasado. Déjale respirar y volver a disfrutar de vuestro tiempo juntos.

10. Que os unan las pequeñas cosas 💝

Detalles, palabras o momentos que solo compartes con ella. Son vuestras pequeñas cosas. Aquellas que, aunque puedan parecer una estupidez, harán que con el paso de los años estéis aún más unidos.